Uno de los grandes retos a los que se está enfrentando desarrollo tecnológico del concepto de lo que hoy se denomina Internet de las cosas, es poder dar sentido a su utilidad práctica a nivel personal y social, así como ayudar a comprender el comportamiento de los seres humano y sus estímulos.

Recientemente en el Foro Mundial de la Comunicación, David del Val Latorre, Presidente y Consejero Delegado Telefónica Investigación y Desarrollo de Telefónica, habló de algunas de las conclusiones de una serie de experimentos realizados con sensores que les ha ayudado entender cómo fluyen las ideas y cómo esto impacta en nuestro comportamiento. 

La primera conclusión obtenida revela que el flujo de ideas depende de la cantidad y tipo de interacciones de las personas. Esto significa entender la comunicación de otra manera, como catalizador de  la innovación. Sin embargo, también descubrieron que las ideas fluyen muy lentamente por lo que es más fácil acelerar el flujo de nuevas ideas si observamos el comportamiento de otros.Estos resultados nos dan algunas de las claves sobre cómo podemos extender un mensaje o bien lograr cambios de comportamiento  personal, organizacional y social.

El gran reto global del desarrollo digital y la tecnología del  Internet de las cosas nos obligará a trabajar con una sociedad que comenzará a estar guiada por los datos (Big Data) recopilados a través de múltiples sensores que estarán observando cómo fluyen las ideas. Grandes máquinas  serán las encargadas de analizar las interacciones entre la gente y  estarán  permanente aprendiendo de ellas e incluso para intentar predecirlas.

Esta perspectiva que poco lejos está de ser una cosa del futuro, nos ofrece la visión para comprender que las ideas se extenderán principalmente sobre los incentivos de las personas que rodean a nuestros targets para generar un cambio o una influencia verdadera.