Comunica que el Rey abdica en 140 caracteres.
Por Avelina Frías
Sin duda tener en las manos la comunicación en redes sociales de un hecho histórico- político como la abdicación del Rey de España, y lo que ello implica a nivel político y social de un país, no debe ser una tarea fácil.
Un trabajo que requiere una extrema meticulosidad y atención, pero también una visión muy global y estratégica del mensaje y de lo que puede generar en tiempo real, para manejar con astucia la reputación de una institución tan rígida – que intenta innovarse y hacerse flexible- como la casa real.
Aunque los rumores de la decisión de la abdicación ya rondaban desde inicios de año, como según señala el periódico el mundo, parece que seis meses han sido suficientes para acomodar los hilos de los acontecimientos después de unas Elecciones Europeas – antesala de las elecciones generales y termómetro de la opinión social- cuyos resultados están a la vista, sobre el descontento institucional y en el que nuevos partidos políticos surgidos de movimientos ciudadanos toman un lugar en el escenario político.
Abrir nuevos canales para trabajar con la percepción social de las funciones de la familia real en una dirección más transparente, parece que han sido otro paso estratégico que anticipa la decisión de comunicar y dar paso al proceso sucesorio para una institución que intenta conectarse con una nueva generación, y que muy posiblemente – y esto a modo de intuición- inicie con muchos otros cambios políticos y sociales para innovarse.
Elegir el momento y el canal para comunicarlo puede ser en sí mismo un mensaje. Un lunes de inicio de mes a las 10:30 de la mañana, con la expectativa de una convocatoria de urgencia en la Moncloa y un twitt que lo dice todo en 140 caracteres . Antes de que sea editado o re-escrito por los periodistas en este twitt se lanza la evidencia de la carta oficial firmada por el Rey, mientras el Presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, anuncia ante los medios tradicionales la misma noticia.
Un «twitt» que parece escrupulosamente cuidado, que comunica mucho con poco; imágenes y un texto escueto, claro y sencillo que da credibilidad en todo momento a la noticia que después veremos replicada en todas las portadas de los diarios nacionales e internacionales. Abdicar en 140 caracteres es lo de hoy, pero es el resultado de un largo proceso estratégico de planeación y de síntesis de todo el engranaje de la comunicación que, baste decir, que es algo que no se improvisa.
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