Por @AvelinaFV

La semana pasada os hablé de el camino a la innovación con éxito y de la importancia de la figura de los need seekers. Hoy me gustaría reflexionar sobre la importancia de que los need seekers comprendan la estrategia de comunicación y sean capaces de dialogar y conectar su trabajo con los market readers, los tech dirvers, la comunicación organizacional y la responsabilidad social, para que la innovación se adhiera con éxito y de forma integral al concepto de una cultura de innovación a nivel estratégico.

Coincido con Barry Jaruzelski, co-autor del Estudio The Global innovation1000 en que la figura de los need seekers cada vez deberán asumir la visión más gobal de la empresa para articular la estrategia de innovación con la estrategia de negocio y con una nueva  cultura, pero considero fundamental que también lo hagan con la comunicación para poder hacer de la innovación algo sostenible en el tiempo. Lo digo y creo porque  sólo a través de la comunicación podemos crear cultura y podemos abrir espacios para permitir nuevas conexiones que den sentido a  los cambios a nivel estratégico. La comunicación debe ser en todo momento el pegamento de la innovación sostenible tanto a nivel interno como externo. Y  cuando hablo de innovación sostenible me refiero no sólo a hacerla duradera en el tiempo sino también viable ante la consciencia del entorno social en el que vivimos y de los valores organizacionales.

Aveces este enfoque puede significar una gran innovación disruptiva porque  un cambio de cultura puede implicarlo todo,  incluso un cambio radical en el modelo de negocio, la rentabilidad y su relación con el entorno etc. Pero este es el enfoque necesario para sobrevivir en los nuevos tiempos.

El informe de Global Innovation1000 detalla que sólo un 14%  de los presupuestos de I+D+i de las grandes empresas se invierte en innovaciones de choque o arriesgadas (disruptivas) frente al 58% que prefiere invertir en sólo la mejora del producto/servicio sin tomar en cuenta la totalidad de los procesos. Sin embargo, las tendencia es que el porcentaje de presupuestos para innovaciones distruptivas incremente en un 38% en los últimos años y, es ahí, donde una parte de la inversión debe trabajar en la mejora de los flujos de comunicación y en la innovación del pensamiento de las personas.

Los cambios tecnológicos, de consciencia social y la mente estratégica a nivel interno de las organizaciones y también a nivel sistémica como sociedad humana, -con los retos medioambientales y de comportamiento a los que nos enfrentaremos con la transformación digital-, serán cada vez más los motores de las innovaciones en los próximos 10 años,  y  estoy convencida de que la forma de comunicar esa innovación será uno de los ejes directrices estratégicos de las empresas que quieran conseguir mantenerse en el mercado ante el cambio cultural.

¿Están de acuerdo conmigo? Me gustaría saber su opinión.